jueves, 24 de noviembre de 2011

Mientras me quede algo por hacer, no habré hecho nada.

Bestiario

Cuenta la historia de Isabel, que va de vacaciones a la casa de los Funes. Al llegar, se impresiona con su habitación y los hábitos en la casa, incluso se describe como se sentaban los integrantes de la familia a la mesa: "Comían así: Luis en la cabecera, Rema y Nino de un lado, el Nene e Isabel del otro". Pero es descripta como una vida triste, ya que el único objetivo de su visita de verano, al fin y al cabo, aunque estaba fuera de su alcance comprenderlo era entretener  a Nino. Jugaban a explorar el jardín y analizar bichos de todo tipo. No comprendí a que hace referencia cuando menciona al tigre, siento que hay una amenaza de la cual advierten los perros como en el final pero no llegue a entenderlo, ni tampoco a qué se debe el nombre del relato.

Vanidad de creer que comprendemos las obras del tiempo: él entierra sus muertos y guarda las llaves.

Las puertas del cielo

La historia cuenta laa historia de Mauro y Celina, hermosa mujer que fallece repentina e inesperadamente de tuberculosis luego de haberle entregado a su marido tardes de mates y comidas caseras resignando los arrabales, la milonga que le corria por las venas. Tras su muerte, un amigo de la pareja, quien nos relata la historia, Virgilio, intenta hacer que Mauro se distraiga, se olvide de su difunta esposa y pueda entretenerse con alguna pebeta en las milongas, aunque repara que esos lugares solo lo hacen recordar más a su esposa. No solo eso, sino que tras vanamente intentar interesarse una mujer, ve como el espíritu de su esposa esta en el salón, dentro de una hermosa muchacha de increíble parecido a la que ve bailar con pasión. Tan enamorado va en busca de ella, de ese cielo en la tierra para él, recuperar a su esposa, en justamente el lugar que era el cielo de Celina, el que encontraba cada vez que se abrían las puertas del tuburio y salía el humo de los cigarrillos... creo que en cada compás él se encontraba más cerca de llegar a esas puertas del cielo, en la ilusión de reencontrarla, pero simplemente siempre estaría a punto de llegar a las puertas y jamás siquiera en la tierra podría acercarse a algo y sentirlo como ella lo hacia y como con ella se fue.

Felices los que eligen, los que aceptan ser elegidos

Cefalea

Más allá del relato en si, creo que este relato como su titulo lo indica es un dolor de cabeza, siempre expuesto al límite, extremadamente fantástico, con animales inexistentes y patologías abundantes de orígen desconocido.  Trata de un grupo de personas que trabaja penosamente en el cuidado de las mancuspias, unos extraños animales que transmiten enfermedades que afectan principalmente el sistema nervioso. Trabajan lejos del pueblo en una granja, tienen las mancuspias en jaulas porque son animales peligrosos: ."cuidan las mancuspias hasta bastante tarde, ahora con el calor del verano se llenan de caprichos y versatilidades, las más atrasadas reclaman alimentación especial y les llevamos avena malteada en grandes fuentes de loza; las mayores están mudando el pelaje del lomo, de manera que es preciso ponerlas aparte, atarles una manta de abrigo y cuidar que no se junten de noche con las mancuspias que duermen en jaulas y reciben alimento cada ocho horas”  Se sienten agotados y empiezan a sentir los síntomas de las diferentes enfermedades que transmiten las mancuspias. Se mareos, vertigo, cefalea... sintomas que no mejoran pese al tratamiento que reciben con productos homeopaticos.
Se están quedando sin comida y ya no tienen medio de transporte, no podrán cuidar de las mancuspias.
Empiezan a encontrar mancuspias muertas, pero ya es tarde, la situación es insalvable, las mancuspias mueren lentamente y ellos no pueden hacer nada, por lo que sus espíritu también muere lentamente con ellas.


En realidad las cosas verdaderamente difíciles son todo lo que la gente cree poder hacer a cada momento.

 Lejana

El mundo de Alina Reyes es presentado como el real en el que ella escribe su diario, toca el piano, se aburre con su madre, prima y novio en el tórrido verano porteño. El relato en primera persona mantiene una correlatividad marcada por las fechas del diario que, a su vez, le otorgan cierta verosimilitud. Lejana, su historia y su mundo frío parece un producto de la imaginación de Alina que juega ser otra en las páginas de su diario.

Los hechos fantásticos como el Teatro Odeón de Buenos Aires unido a través de una arcada con la Plaza Bladas de Budapest, el abrazo con Lejana en medio de un puente, el frío de la nieve húngara a través de su zapato agujereado que Alina siente mientras se acalora por el contacto de la mano de Luís Maria en medio de un salón de baile porteño, están relatados en el diario donde no faltan aclaraciones como “esto yo lo pensaba” reforzando la idea de que son creaciones de la protagonista.

Ella si salva es salvada también porque aun en el dolor siente el placer de ser no solo un mesías sino la realidad proyectada desde su corazón, que es también su imaginación volcada y dirigida hacia un puente lejano. Abandonarse para que otro viva por ella la suntuosidad de una vida sin angustias "Debía ser ella porque sintió mojadas las mejillas, y el pómulo mismo doliéndole como si tuviera allí un golpe. También el cuello, y de pronto los hombros, agobiados por fatigas incontables" Así la deja ir a su "nueva vida", así le entrega sus placeres y angustias, asi ella consigue finalizar su deuda con ella misma.


El video anterior, muestra una adaptación del relato, interpretado por dos jovenes.

¿hasta cuándo vamos a seguir creyendo que la felicidad no es más que uno de los juegos de la ilusión?.

Ómnibus

Interpreto a este relato como simplemente un reflejo de la discriminación social que sufre un individuo por no verse o actuar como el común de la gente. En Ómnibus, Clara, nuestra protagonista, inicia un viaje en el colectivo 168 En la esquina de Avenida San Martín y Nogoyá, con destino a Retiro. Lo que menos iba a imaginar era que desde el instante en que tuvo que repetir por segunda vez el valor de su boleto ( de quince ) se convertiría, ella, en el centro de las miradas y criticas mudas del colectivo, el viaje, el peor de su vida.

A medida que el relato avanza, aparece un muchacho que es "discriminado" con los ojos al igual que ella, y que al bajar todos los pasajeros del colectivo cargados de flores en el cementerio de la Chacarita, se convierte en su más fuerte aliado en el vehículo. Tanto las miradas de los demás pasajeros como el afán del choffer por aniquilarlos, hace que se aferren el uno al otro, que se sienten juntos aún con el resto del colectivo vacío, que se cuenten sus realidades y se protejan el uno al otro. Simplemente, el problema era que ninguno de los dos llevaba flores en un colectivo que pasaba por la puerta del cementerio de  la Chacarita y era imperdonable; no cumplir con los requerimientos sociales los ha llevado a vivir esta espantosa experiencia de incomodidad en el viaje donde incluso creían, podían salir lastimados, realmente temían.

Finalmente, ambos terminan por el terror, sucumbiendo a las exigencias sociiales, se compran un ramito de flores,  para pertenecer a la sociedad, cumplir, ser dos simples personas más y pasar desapercibidos; nuestra historia demuestra que hubo épocas en las que ser distinto significaba muchas responsabilidades.

Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo.

Circe

El cuento trata de un hombre que desde su niñez estuvo enamorado de una mujer, unos años mayor que él. Ella tenía mala reputación debido a la muerte repentina de sus dos novios anteriores, lo cual hace que el protagonista, al comenzar una relación amorosa con ella, entre en su misteriosa vida y devele sus enigmas.La historia transcurre en el barrio de Almagro de la provincia de Buenos Aires. 

Un día, Mario comienza a recibir anónimos que le advierten que no se relacione con Delia Mañara ya que va a terminar mal. Sin embargo, él los ignora. Le comenta lo que le estaba ocurriendo al padre de su novia, y le dijo que él teme que Delia también los esté recibiendo. Él describe a su prometida como "delicada y sensible", por otro lado el padre de Delia lo niega.
      Una noche, Mario, cena en la casa de Delia. Ese mismo día Mario y Delia se asoman a una ventana mientras que Mario come uno de sus bombones. De pronto, Mario observa que en el bombón hay algo extraño...
Sus padres no probaban sus licores, revisaban que sus bombones no carguen insectos escondidos y no adviertian a Mario sobre los hábitos de su hija. Incluso los padres de Delia presenciaron el ahorcamiento de Delia al final del relato sin acudir a su defensa "habían estado ahí agazapados y esperando que él -por fin alguno- hiciera callar a Delia que lloraba, hiciera cesar por fin el llanto de Delia...". Incluso Mario puede caracterizarse como un masoquista integral ya que a pesar de que intuye la crueldad de Delia se deja atrapar por sus encantos hasta corroborar personalmente su sadismo: "Él se imaginaba cosas, y fue temerosamente feliz.", "Me va a hacer morir de calor, pero está delicioso", "simplemente prolongado este amor tranquilo hasta que ella no viese más una tercera muerte andando a su lado, otro novio, el que sigue para morir".
Finalmente, la locura de la que se habla, de la que el nuevo candidato teme que Delia pueda ser víctima, queda al descubierto como una psicosis de nuestra viuda sin casarse que en verdad habia matado a sus dos novios, que mataba a cada instante a los padres que la padecían. En su seducciçon, encontramos el poder y la crueldad disimulados con la sumision y la timidez, perversa y esquiva, calculadora, una digna Viuda negra.


lunes, 21 de noviembre de 2011

Siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte

Carta a una señorita en París.

El segundo de los relatos, cuenta a través de una carta del narrador a la dueña de la casa a la que se ha mudado, la evolución de una locura o psicosis del mismo tras llegar a ese nuevo "habitat". Comienza contando que al llegar empezó a vomitar conejitos pequeños con mayor frecuencia y que el depatamento no estaba preparado para ellos como su antiguo hogar en el que tenía incluso una planta de tréboles para que el recién nacido se alimentara y desenvolviera cómodamente hasta que fuera lo suficientemente grande para "pasar a la casa de la vecina".
Hay un fragmento que me llama mucho la atención de cuando esta por nacer un conejito, el mismo cito: "Cuando siento que voy a vomitar un conejito me pongo dos dedos en la boca como una pinza abierta, y espero a sentir en la garganta la pelusa tibia que sube como una efervescencia de sal de frutas. Todo es veloz e higiénico, transcurre en un brevísimo instante. Saco los dedos de la boca, y en ellos traigo sujeto por las orejas a un conejito blanco". Me asombra la naturalidad con que cuenta y describe las sensaciones y el procedimiento, como si fuera tan logico y común como lavarse los dientes o peinarse el cabello.
En este caso, la locura de nuestro narrador evoluciona a cada minuto dentro de esa carcel de admiradas estructuras que significa la  casa de Andreè. Por ello, hace incapié en como lo atormenta la idea de volver a casa, dar vuelta las cerraduras y encontrarse con eso que rechaza. El espacio abierto representa tranquilidad y ser ajeno a a realidad de la casa, es la salvación, la escapatoria, la liberación... Lo que queda en claro al final del relato donde cuenta como tiene pensado su final y el de los conejillos sobre el asfalto a horas tempranas.
Demuestra en varios fragmentos su incomodidad ante lo que lo rodea, es decir, lo ajeno que se siente al tocar objetos que no le pertencen, al intentar leer libros y usar una caja musical de una mujer a miles de kilometros o "Cuán culpable tomar una tacita de metal y ponerla al otro extremo de la mesa, ponerla allí simplemente porque uno ha traído sus diccionarios ingleses y es de este lado, al alcance de la mano, donde habrán de estar. ". Él no puede corromper la propiedad de ella. Los conejos sí. Ellos representan esa desenvoltura que el no tiene, son desprejuiciados y libres, actúan sin ninguna norma que los condicione y eso nuestro narrador no podrá hacerlo nunca, por eso se desespera.
Entiendo al final junto con los conejos como una liberación de poder hacer lo mismo que ellos, algo que no esta socialmente aceptado, luego de confesar todas sus desconformidades, errores y extrañesas. Experimenta una liberación en el "afuera", gosozo, pleno y vacío, renovado y renacido cual conejito de su garganta.


Adjunto una adaptación del relato para todos aquellos que lo desconocen.